lunes, 22 de enero de 2018

“Una taza de café”



Ubicada en el pueblo Opresor, ciudad  Castigo, en el país Celeste, se encontraba una vieja cabaña, que años atrás había sido el lugar de encuentro de dos compinches de una batalla entre dos bandos guerreros.

Ya anciano un viejo ángel decrepito por la edad, con las “canillas” frágiles y las alas un poco desplumadas por las batallas; se sostenía en pie con un bastón, que en una época el presidente de apellido Luz le dio por reconocimiento al haber ganado quinientas batallas y haber ayudado en otras doscientas en las cuales participo como espía de reconocimiento en los campos de la ciudad vecina, de todas estas hazañas impresionantes solo quedaba un viejo bastón de luz , proyectada por medio de un diamante que encerraba un pequeño universo dentro, era una baratija divina, una sobra de lo que el presidente pudo dar este insignificante ángel mas.

El ángel tenía una rutina común de ancianidad, despertaba, retozaba en su cama, se levantaba, arreglaba su pieza, bajaba los rechinantes escalones como sus huesos, hasta la cocina,  ponía una vieja olla de café, abría las ventanas con el esfuerzo de las batallas, entraba el pan que dejaba colgado en la puerta un niño con alas en las sandalias, lo ponía en la mesa y preparaba un huevo revuelto con chile verde y quesillo, sacaba de su gaveta una torta de yema para acompañar su festín. Llegada la hora de la tarde, se sentaba al a luz de las ventanas en su mecedora de madera hecha a mano que trajo de la tierra en una de sus batallas.

La vieja cabaña en sus mejores días era toda una maravilla a la vista, hecha con ladrillo cocido, pintado con cal y techo de teja naranja, con una puerta de madera con detalles en las esquinas hechos con las manos que construyeron la torre de babel, dentro una sala sencilla con unos sillones muy bien cuidados, un mueble babilónico donde estaba el televisor (invento universal), tenía en dos de las cuatro paredes unas pinturas sumerias y en las dos restantes tenia recuerdos de sus nietos olvidados, fotos familiares de aquellos que lo olvidaron, en la cocina había un trastero con las ollas, un pantri gris metálico, las paredes de esta eran de baldosas blancas traídas de la india; también había una biblioteca de miles de años desde los textos sumerios, los barrocos, los románticos, góticos, hasta la porquería más reciente; en su cuarto tenia las telas de Egipto y las más finas lociones rusas y alemanas.

Una de esas tardes en que ejercitaba sus alas desplumadas se llenó de sombra la habitación que se iluminaba con el invento de Tesla, una lúgubre sensación y un frio demoniaco azoto, junto a un viento recio que levanto las blancas cortinas, espejismos del infierno entraron sin bienvenida, telarañas y ratas de ilusión, entraron convirtiendo la casa en una cueva de alimañas; un espectro jovial y con una armadura de batalla entro por la misma ventana, con las alas enteras, un brillo oscuro y el frio del terror, del pánico, no inmuto al ángel anciano que durante todo esto tomo su bastón, cuando acabo el espectáculo las sombras continuaban ahí, pero el viejo dijo:
- ya puedes abandonar esa ilusión viejo amigo-
 -En otro tiempo hubieras tomado tu espada- dijo aquel espectro
-puede ser, pero ni tú, ni yo podemos sostener una pelea como aquellas-
-¿cómo está tu rodilla?- dijo el espectro
-bueno, ¿qué decir? Aun duele y ¿tu espalda?-
-¡matándome! Si supieras que debo dormir sobre una tabla inca para poder sostenerme-
-¿quieres sentarte? Puedes dejar tu velo de sombras sobre el sillón-
- muchas gracias Arqueos-
-Estaba a punto de poner agua para café ¿quieres una taza?-
-si claro, pero ¿puedes darme azúcar para la diabetes y un poco de leche en el café?-
- Si está bien, pero te debo la leche y es que soy intolerante a la lactosa-
-está bien, la última vez no traje pan del que te gusta pero esta vez sí, te traje unos  “Relámpagos” (pan dulce Salvadoreño, con relleno de poleada y cubierto de caramelo) los compre en aquella panadería de El Salvador ¿Cómo se llama? Así El rosario-
-Muchas gracias Ammón, ya estará el café, y ¿tus nietos?-
-pues la verdad está en un viaje a atormentar las iglesias de la cristiandad-
-(risa de anciano) ¿te recuerdas cuantas veces peleamos por aquellos que no nos recuerdan?-
-(risa de anciano) como olvidarlo si me heriste con tu espada, en las batallas de las cruzadas-
-ya ¿hace mucho no?-
-si yo cumpliré dos mil cuatrocientos setenta y tres años el próximo Walpurgisy tú-
 -bueno yo dos mil cuatrocientos ochenta y cuatro en diciembre-
-(risa) no puedo creer que ya hayan terminado las ocho cruzadas-
-dicen que pretenden una novena-
-si lo he escuchado-
-en la séptima cruzada fue que nos conocimos ¿no?-
- si estabas herido y estaban a punto de matarte, cuando yo llegue-
-(sarcasmo) si, tú eras el que daría la orden-
-pero no la di (risa) sabía que tus cuernos bastarían-
-claro que luego me dejaste libre, pero cuando fuiste mi prisionero en el pandemónium, solo raspe tus alas contra las peñas-
- (ambos rieron) ¡de que sirven estos lastres!-
-si la verdad esto empezó de una manera idiota-
-sabes que no puedo hablar de eso en este pueblo-
-Lo se Arqueos-
-¿desde cuándo hacemos esto?-
-desde la octava cruzada, en que  nos expulsaron a vagar en estos pueblos sin dios-
-(risa) pero debo aceptar que los años han provocado que hagas un muy buen café-
-(risa) ¿Quién diría que un ángel y un demonio se llevaran tan bien?-
- y decir que somos Ammón y Arqueos, los generales de los principados y potestades-
-(risa) Amón ¿cuantas cosas hemos visto?-
-muchas viejo amigo, la verdad veía a prevenirte el ángel de la muerte vendrá por ti-
-lo se Ammón viejo amigo, pero lo esperare dormido-
- ¿no intentaras detenerlo?-
-no Ammón es nuestro tiempo en este universo nos veremos en el pandemónium o en el paraíso amigo-
-te veo allá Arqueos, amigo de estrellas-
-es hora de que de vayas Ammón fue un placer conocerte-
-lo mismo digo Arqueos, lo mismo digo-

Ammón tomo su velo de ilusión, y salió por la ventana sin ruido, Arqueos se recostó es las telas egipcias y quedo profundamente dormido.
Luego de unas horas llego el ángel de la muerte y se lo llevo sin su bastón, días después se reunió con Ammón en la ciudad de Castigo, en el país Celeste.


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