lunes, 30 de julio de 2018

"XXV" (El yelmo que cargamos)



Un yelmo pesado
el grito de mi patria
recorre las calles
en busca de esperanza
verdes ojos opresores
de un imperio.

Calles de sangre
manchan la más pura anima
como animal
se ha de comportar
en la sala de la política y la justicia.

Un yelmo pesado,
suenan los gritos
como en aquel tiempo
la mezcla de sentimientos
un dolor de patria
que arranca
el viento, hiriente
como afiladas navajas.

En lluvias de vinagre
recorre el dolor
en todas las calles
de mi patria.

Grita como pujante
parturienta
en su noche de dar a luz
grita mi sangrante patria
en busca de saciar
su tan maltratada anima.

El dolor de mi patria
cocida a fuego lento,
no hay secretos
de estado,
solo cargamos un yelmo
pesado.

El grito de mi patria
se abraza a la bandera
bicolor
en busca de esperanza
solo encuentra dolor
de patria,
gritos de dolor
de un pujante
amor a la patria
en busca de la falsa esperanza
de quitarnos el yelmo de la espalda.


miércoles, 25 de julio de 2018

"La sonrisa"




Una mueca curva
que se desliza entre los labios,
puede ser una brisa marina
o el principio de una tortuosa tormenta.
Puede ser el preámbulo de los labios sabor uva,
ser el inicio de una etapa de cambios,
tan cálida como una cobija,
tan oscura como la noche más larga.

La sonrisa, una mueca que disimula,
una mueca que acota los sentimientos,
una curva leve que propicia la guerra
o la paz,
puede inspirar un poema
o desatar el llanto de un bárbaro.

La mujer y la sonrisa tímida,
muestra de comprensión
y cobijo,
la mujer sonríe aunque por dentro muera,
sonríe aunque el dolor la ahorque
y se asfixie entre los golpes de una vida vil y cruel,
sonríe aunque sabe que regresa a su infierno,
la sonrisa de la mujer parece eterna,
tibia y materna,
por más oscura que sea su vida
la sonrisa cálida de una mujer siempre llena.

El hombre y la sonrisa firme,
problemáticas y sutiles,
difíciles y duras como roca,
la sonrisa del hombre es dura y firme,
complicada de brindar al mismo sexo,
fácil de entregar a la mujer,
la sonrisa es difícil hasta para los hijos,
sin embargo la sonrisa del hombre es sincera,
pura,
porque su naturaleza salvaje
lo hace sobresalir,
la sonrisa del hombre es compleja,
pero firme.

La sonrisa de día a día,
hoy un anciano me miro y le sonreí,
me miro con extraña admiración
y aunque le saludé
se quedó en silencio,
hoy una mujer me sonrió
y decidido le regrese la sonrisa
con seguridad,
la sonrisa no se le niega al pobre,
la sonrisa es la donación más significativa y más si se acompaña con la acción correcta,
la sonrisa de un niño brilla más que el sol,
y la luna queda opaca entre los dientes faltantes de un menor que muda sus colmillos,
la sonrisa es la luz de nuestros días,
alguien nos vera hoy
y con la cálida sonrisa nos abrazara
y sin mediar palabras habrá convertido una tormenta marina
en paz y admiración,
quien sonríe hoy,
será feliz mañana.

martes, 17 de julio de 2018

"La bruja"





El pueblo hoy le tiene miedo
a la mujer de vestiduras rojas
esta noche el alcalde está helado,
una vieja le regaló una rosa,
Ayutuxtepeque en penumbras,
una vela alumbra la mesa
en la noche la familia cuenta historias.
Cuentas de una vieja a caballo,
que corría en la cancha de la colonia
cuando los perros le ladraban
ella a carcajadas se reía,
la colonia hoy tiene frío.

Álvaro viene del trabajo
con una capucha amarilla
bajo la tormenta,
encuentra una bella niña
de piernas blancas
el le saluda atentamente,
quizás pueda conseguir una aventura,
en fin es una niña no costará trabajo,
se quita la capucha amarilla
se la pone en los hombros a la niña,
está muy callada no saluda,
solo tiembla y se pega a su pecho,
la niña le dice que lo acompañe,
lo lleva a un callejón sin salida,
Alonso se queda paralizado,
la niña se desaparece
solo siente el calor en su pecho,
y la capucha tirada en el suelo.

Hoy por la noche me encontré una vieja,
llevaba una chaqueta y falda roja,
me ofreció sonriendo una rosa,
cómo la que mató al alcalde
en el pueblo hablaban de ella,
y de que regalaba rosas a los difuntos,
hoy en la mañana despertaba
y cuando salí a la calle, una bala perdida me alcanzó,
yo la verdad no sentí nada
solo un río tibio
qué bajaba por mi abdomen
ahora esta señora me da una rosa,
cómo le regala a los difuntos,
esta es la historia de los muertos
las que se cuentan a la luz de las velas,
en Ayutuxtepeque anda una vieja,
qué regala rosas a los muertos,
más vale que ella no te alcance,
porque si no acaba tu historia.


martes, 10 de julio de 2018

"Ayer la conocí"





(Lea el poema con criterio, no es un poema para insultar,  mucho menos dedicado a alguien, únicamente es producto de la creatividad.) 

Ayer conocí a Luciana
blanca, como la luna
ayer llevaba un vestido
negro y amarillas flores,
olor canela y ojos grandes
sus tacones como campanas
que me llamaban a la misa de sus piernas,
fresca como primavera
y dispuesta a todo por billetes
verdes,
dispuesta a todo por la luna,
mi sorpresa era que Luciana
era puta.

De uso publico la dama
acompañante y psicóloga
rojas y largas uñas,
ella, el valor que me falta
y la compañía en mi cama,
bonita la Luciana
hija del placer y la lujuria,
ella hablaba de política
cultura,
sociedad,
economía,
derecho
y hablaba la puta
de libertad y filosofía
de religión y su autonomía
y como no me lo esperaba
me besaba entre cigarros y tragos.

Y hoy es  viernes  veintidós y extraño
a la puta Luciana, 
amiga fiel 
confidente perfecta 
extensión de mis manos 
y el licor de mi copa
ahora veintidós, 
para sus ojos soy un extraño
amigo para la caravana 
escritor para el perfecto papel
y enviudo de tu piel mis manos,
ahora veintidós, 
te veo con ropa
y como no tengo billetes en mi bolsa,
mejor ni te saludo Luciana.

Buenas  noches.