viernes, 30 de marzo de 2018

"LXXI"




Grita pobre
la inocencia rota,
podrías besar mis labios,
quizá podrías seducir
la vida,
pero seguirás
siendo inocente,
podrías alejarte
de la cruz
cargar tus penas
podrías olvidarte de la luz
y seguirías inocente.

Porque tu inocencia, sigue viva
aunque sufras el más cruel castigo,
pruebes los labios más amargos,
camines por el valle de los
versos rotos,
el bulevar de corazones
despedazados,
puedes drogar tu melancolía
con lágrimas de placer
y lo disfrutaras
porque eres inocente.

Morirás en los ojos
adolecentes de la soledad,
en la frialdad de sus curvas,
de su busto,
sin la fragancia
que ajeno robo de ti,
la perversión
en vasos de sidra
en la barra del bar
de las sombras de la inocencia.

Sin secretos
la inocencia,
sin atrevimiento,
sin lujuria
que domina la oscuridad
que pervierten, el nombre de mujer que te di,
inocencia
en figura de mujer
cuando la verdad
es obsoleta
y la inocencia
miente.


"LXX"




Duerme la soledad ajena
a mi compañía,
de una noche,
la fría dama
pedía lo que le convenía
un par de billetes,
un trato justo,
quizá demasiado,
por tan bello sueño de una noche.

Duerme ajena mi soledad,
empieza a despertar
mientras los besos se apagan
y la fortuna
se desmorona,
la corona de lujuria,
los billetes
ya pagados
no hay crédito
el orgasmo ha parado.

Fingidos
ruidos
y alardes de lujuria
tocando el cielo me deja,
aunque nunca diga que me ame,
mañana idiotamente volveré a buscarte.

Duerme de día la lujuria
y compañía se desvela
desde las tres
quince,
de la tarde
esperando quien la pare
algún caballero que sueñe con tocarle
bañada en chocolate
fría,
conjetura de versos
su sistema es perverso
y asumo
si enciende su cigarrillo
haremos el amor bajo el humo.

Duerme la soledad ajena
sin billetes
solo,
sin dinero
mi compañía en su fría disciplina.



viernes, 23 de marzo de 2018

23/03/18





Una vez más en el camino de mi hastío miraba el tráfico, sus luces rojas me parecían interminables avanzaban de poco en poco, casi parecía que no se movía cada auto de su estación y el tiempo pasaba y pasaba. En este hastío de viernes en el asiento sucio de un autobús miraba al frente el tráfico y cerré mis ojos, recliné mi cabeza hacia atrás y me sumergí en el más profundo y oscuro de mis pensamientos como me es de costumbre, no encontré más que palabras rebuscadas y versos repetitivos que no me satisfacían, el bus avanza otro poco.

Este día veía una mirada perdida y pensaba sobre la vida el tiempo y las anécdotas, que día a día pasan y no regresan, el tiempo como un fugaz capataz no mira hacia atrás, al incapacitado trabajador abrasado por la intemperie del sol, lo olvida y lo deja pasar, el tiempo es una irreparable máquina que avanza de a poco en el hastío de este día, el tráfico avanzaba.

Las anécdotas que cuentan las personas, esos relatos cortos de una vivencia pasada, las escuchó con atención y aprendo que cada una. Reconozco que vivo entre anécdotas pues mi vida es realmente aburrida, vivo entre amores ajenos, entre las pasiones de algún amigo, entre los orgasmos de alguna amiga, vivo entre las anécdotas que cuentan los padres de sus hijos, las que cuentan los niños de sus mascotas, las anécdotas son la jaula del tiempo, es una habitación perpetua en la que los hechos y acciones son encerradas para conocer otro día y aunque la anécdota no es un relato verídico (si no se prueba) es la tradición de las creencias la cultura y es también una forma de atrapar el tiempo.

Con mis ojos cerrados y mi cabeza reclinada hacia atrás buscaba palabras con las cuales finalizar mi día, quería encontrar un verso perfecto una rima acorde a la risa de la mujer que vi hoy, con la fuerza del trabajador de una construcción, con la constancia de un campesino que cultiva sus campos con fervor, con la inocencia de un joven que besa por primera vez los labios de una mujer, se acerca mi parada y pronto me bajare de este bus y emprenderé mi camino.


domingo, 18 de marzo de 2018

"LXIX"





Es de esas noches,
esas noches, en que
necesito que me escuches,
que semidesnudo,
tu cuerpo escuche mis susurros
que no juzgue mis acciones
sino que oiga mis emociones
que vivamos el placer
de contarnos tantos secretos
nuestras andanzas,
y mal andanzas
que el éxtasis sea una risa
que tus fluidos sean lágrimas
de placer
el placer de reír.

Que tus ojos choquen con los míos
y que sean su brillo
como el ángel que predica
lo divino.

Esta noche quiero charlar
que el orgasmo
sean un
te quiero
un te amo
dejemos el sexo
por hoy
cosa terrenal
¿placentero?
demasiado.

Hoy quiero oírte hablar
quiero saber
porque lloras
quien te hirió,
el corazón
que ahora cuelga en mis manos
y quien curo ese dolor
quiero saber de esa cicatriz
en tu pulgar
quiero que me cuentes,
quiero que me digas.
hagamos el amor,
con las palabras
no importa la desnudez
bajo la colcha de tu confianza
déjame ser tu amigo,
tu abrigo
tu fiel testigo.

Es todo lo mío
quiero que me escuches
antes que estés ausente
quiero escucharte
antes que mis acciones te aparten
para siempre.

Cuéntame de tu rodilla Izquierda,
quiero besar tus sueños
¿puedo?
cuéntame
tus penas
olvida mi mano en tus caderas
solo abrázame con tu confianza
y una mañana juntos
coloreemos ilusiones
de color rosa
quiero que seas eterna
dulce cristal
de profundo tratamiento
de profunda herida
quiero que en tus sueños
me veas como el príncipe
que no soporta tu llanto
y te consuela con besar tu mano,
que levanta tu rostro
y besa tu frente,
para no dejarte sola
porque conozco tus secretos y tú los míos
cuidare de ti
y tú de mí
hasta que una mañana
de vejez
juntos podamos recibir la muerte
acostados en la cama
donde hicimos el amor
con palabras.


"LXVIII"






El aroma de tu cuerpo no es tuyo
es el resultado del cariño
de mis susurros
tu flor de desiertos,
tus pétalos no resurgen solos
yo te puse en esta tierra
tu aroma no es tuyo,
es muestra de mi cariño,
tu aroma es mío.

Yerma
eras la rosa que no quiso florecer
la luna que no quiso darnos pan
la estrella que no quiso iluminar
la sombra que no me sorprendía
solo se derramaba,
sin afán al medio día
tu aroma no es tuyo,
tu aroma soy yo en ti,
son mis lágrimas,
y mis lamentos,
mis sollozos
y mis desvelos.

Son los sueños de la mañana
y el maná,
de las ánimas sin dueño
tú aroma
es el canto de mis versos
tu aroma es el mapa
de mis cartas,
de los dulces,
de mi ser completo,
del amor
que cada tarde dejo sobre tu cuerpo
tú aroma,
espectro de mil noches,
en una tarde
si te dejo mañana volverás a llamarme
para que deje sobre tu cuerpo,
el aroma
que mil veces despreciaste.



imagen: https://succulentavenue.com/revivir-flores-marchitas-con-agua/

jueves, 15 de marzo de 2018

"Quisiera"



Quisiera poder escribirte un poema a diario,
quisiera darte un ramo de rosas a diario,
Poder ver tu rostro luminoso
y puro cada mañana,
lleno mi cabeza de textos y letras
palabras vacías de contenido abstracto,
pero no estoy mas vacío que los libros de la polvosa estantería de mi abuela.

La luz se cruza en mi camino y me lastima,
una criatura nocturna me he vuelto y la única luz que soporto es la tuya,
el ungüento que pones a mi espalda cada tarde es precioso
es un bálsamo curativo y verde,
su olor no es el mejor, pero el azufre puede ser mucho peor
desde mi cueva veo las estrellas y te recuerdo veo a orión empuñar su espada 
y corta el cielo con la riqueza y sabiduría que solo el firmamento conoce 
veo los libros de mi estantería y quisiera poder tenerte en mis piernas para leerte
aquellos poemas, y los cuentos de criaturas malignas que aterran pueblos 
de magos y brujos, de lucifer y astaroth, desde que deje mi ducado vengo a esta cueva,
habitación oscura pero reconfortante,
quisiera a diario traerte flores de mi parnaso, 
donde Orfeo de la lira cuida a su Erudice.

No me arrepiento de las cosas de mi ayer, si condene a mas de alguno fue por su culpa,
mi trabajo me demanda el tormento de su alma,
las caricias de su ira, las palabras de su odio,
lleno mi cabeza a diario de un conocimiento poco practico,
inútil dirían algunos, con su limitada concepción de la justicia divina, 
bebo la sidra y los espejos me hablan y me recuerdan el paralelo mundo del que vengo,
si Dios me viera, tuviera lastima, pero como puede, pero no quiere, no le importa.

Soy una criatura mitológica, un demonio dueño de un ducado infernal,
propio de satan o belcebú, bebo  la ayahuasca a diario 
y te veo en mis ilusiones,
llevo rosas rojas y ondulantes lirios a tu casa,
te hago mía y tu curas mi heridas alas,
quisiera ver la luz de la mañana en tus ojos,
era un príncipe y ahora un extraño.

En medio de botellas, libros, húmedas estanterías viejas,
entre candelabros y gatos negros, cuervos, putrefacción y tormento,
llega tu bálsamo a mi vida, el bálsamo de la virgen,
el bálsamo de tus manos, tus tiernas piernas que caen en mis garras,
quisiera traerte flores, pero solo soy extraño que quisiera cambiar de estado. 



“Te traje flores”

("No existes")



Cae la noche y los ruidos han cesado, la paz en nuestra casa es nueva, no reclamas nada esta noche ¿no te pareció la cena que prepare?, pasamos a la cama y sigues fría mi vida, ¿estarás molesta esta noche?, los movimientos que hacías, esta noche parecen compromiso, ¿eres la misma pelirroja?, tus caricias en mi piel, aquellas que hormigueaban mis sentidos, han desaparecido, no los hagas, si te sientes obligada.
Han pasado cuatro noches y te siento más fría que el lunes, aun no hay discusiones, ¿estas tomando medicamentos?, esta noche no te has levantado al baño, ¿te sientes del todo bien?, los ladridos del perro me causan pesadillas y aun así no me abrazas, el olor fétido a la orina del bebe empieza a afectar mi desempeño en el trabajo, espera iré a limpiar.

No escucho nada, el perro no ladro hoy, le extraño; extraño el sonido irritante de sonoros ladridos que aturdían mis oídos, he empezado a olvidar como era cuando cocinabas, aquellas cremas, sopas y guisados que delicadamente preparabas en tu caldero azul.
Él bebe no llora amor ¿habrá pasado algo?, no te preocupes yo me levantare, ¿recuerdas cuando compramos su cuna y pintamos su cuarto con signos de varón?, hubiera sido un jugador de fútbol, o quizá hubiese inventado la cura a esta enfermedad que nos atormenta, es probable que usara mis anteojos o que tuviese los dientes perfectos como los tenia tu madre, ya lo sabré.

Amor hoy te compre flores, sé que no las miras, pero quiero enmendar ese día lluvioso en que airado, furioso y con la locura a flor de piel, hundí ese cuchillo en tu vientre, cuando me dijiste que habías acabado con su vida, cuando esta ni siquiera había comenzado, y no solo eso sino que también habías matado a nuestro cachorro ¿Qué hizo él bebé, para que le odiaras tanto? ¿Por qué no lo hablamos? ¿De dónde vino tu furia? ¿Puedes explicarme? ¡Explícame!, no lo entiendo; ¿El perro? ¿Qué odio tenías contra esa criatura? Nuestros problemas son nuestros y tu mataste el producto del amor que deposite en ti, la rabia, el odio, la locura, todo, todo, despertaste a la muerte, el desprecio, tú no tienes perdón, pero te compre flores, las margaritas que te encantan, estas fría, pero guardo con recelo el cuchillo con el que acabaste con la vida de nuestro hijo, el que yo empuñe aquella noche, con el que mataste a nuestro perro y con el que yo acabare mi vida.

 No, no llores todo acabará pronto, la frialdad de tu vientre me trae pesadillas, mañana será un nuevo día y no lo recibiremos juntos, porque la muerte dormirá a nuestro lado, haremos el amor y acabare con mi vida, porque fuiste tú la que introdujo la frialdad a nuestra casa, pero te traje flores, la noche cae y sigues fría, compartamos tu frialdad.



viernes, 9 de marzo de 2018

"LXVII"




Átame
dulce luz de la melancolía,
bésame,
dulce demonio
de labios rojos,
desnuda frente a mi tu alma
antes que tu cuerpo
acuéstate,
abrígate,
escúchame,
esta noche no te quiero como mujer
esta noche te quiero como mi amiga
la amiga que casi pierdo.

Quiero que escuches mis sueños
mis versos
inspirados
en lo ondulado de tu cabello,
en lo dulce de tu voz,
el amor
que siento por vos,
en las noches de pasión
en las noches que tu voz
me arrullo
en las caricias
de tus risas
de cuentos y tus chistes
quiero abrazarte sin morbo
pero quiero
primero
que soñemos juntos
un futuro.

No eres una mujer de una noche
eres la mujer
de mi vida
el dulce afecto de mis días
la noche cruda
la piel que me abriga
el calor del verano
pero jamás fría
siempre tibia
siempre mía

  1. solo mía.

imagen:  http://salihaminart.tumblr.com/post/132557050764/ludovico-eunaudi-elements-album-min

domingo, 4 de marzo de 2018

"LXI"




Endúlzame el oído con tus labios,
besa mi silencio
que se equivocó de camino
endereza la senda que perdí,
por tu amor yo juro
que si mi mano sueltas
he de morir.

Bésame callada
susúrrame los sueños,
arráncame los labios,
será mi dulce poesía,
será mi beso frágil
el beso de mil y una
luna.

Cuéntame en tus versos,
en tus manos que susurran
en caricias
ese beso frágil
que se quiebra con el tiempo,
cuéntame en tus manos
esas manos que me toman por el cuello
esos cabellos,
esos dulces risos,
bebe de mi alma
que yo beberé de tu sonrisa
acércate a mi oído
se mi dulce,
y se la dueña de mis sueños.

Frustra mi pasado
mata mis demonios
acaricia mis males,
contemos tus lunares
ya cinco en tus brazos
dos van por tu cuello
cuatro
en tu regazo
y sigo contando.


jueves, 1 de marzo de 2018

"El viento y la luna"





Me hiere el viento
que se desliza por mi mejilla
y me desangra,
cae la sangre a piso
como pétalos rojos
que lloran al dejar la rosa madre.

Un sujeto cierra la puerta
y la sombra del pasado
se desvanece en el descenso
de la luz que muere,
las cuchillas del viento me acosan
y una mujer se desliza para entrar,
los ríos de sangre
se me van
ella baila sobre las partes secas
de la hierba de marzo,
mis ojos persiguen su sal
su baile es como la brisa del mar.

El cuchillo del viento
me acosa y persigue la poca sangre
que ha de quedarme,
una luna en su cuello
me sorprende,
un torrente de maniobras,
huracanes de sensaciones,
unos ojos claros me hipnotizan
una ola brava
es su voz,
se escucha un goteo
casi puedo contar las gotas que me quedan,
la luna de su cuello me da a beber
el viento me odia,
me lanza contra la bruma,
la puerta se abre y el sujeto
me toma por las muñecas,
una violenta consecución de actos
la asustan,
puede ser mi fin.

El sujeto que detiene la puerta
ya se ha ido,
el umbral desprotegido
y libre de mis actos padezco
de la irresponsable
necesidad de buscar el viento
que me apuñala,
minutos quedan para morir
mirando la luna.

Moriré aquí,
no,
moriré aquí,
si,
el viento arremete contra la vida,
una cuchilla tras otra,
mi última visión es una luna
una luna curva en su cuello,
su tatuaje me arroja una brisa
un santo brebaje,
moriré aquí y esa luna sera mi tumba.