domingo, 13 de enero de 2019
"A los píes de la montaña"
Se para la montaña
y levanta las manos
deteniendo el viento,
cortando el paisaje con brusca palabra
se estira la montaña
y los cantones abajo tiemblan.
Caminamos por las sendas
de este viejo camino
donde caminó el compadre,
donde laburaba la mula tirando la carreta.
Con el machete envainado
prendido de la bolsa de mimbre
donde llevaba el chocolate, el maíz,
el trago que alegra la noche,
la gallina amarrada para mañana,
la verdura y los clavos de olor
con la canela de raja que me pidió
la vieja Marta.
¡Que caliente la tripa el aguardiente!
agarrando el guacal y haciendo la mezcla
de arenilla y cemento,
arrogante la plomearía
que aprendí en lugar de jugar,
el negro me enseño que es bueno tener un oficio.
Cae la noche y a pie de la montaña
se prenden los candiles y la música
que permanece expectante de domingo a jueves
encuentra un santuario entre los oídos alegres
que trago a trago
ríen y celebran los amaneceres de la Rosa,
donde no importan mis manos ásperas,
no importan porque encontrare un amor
y violentamente tendré un beso de tus labios rojos
alegría a pie de la montaña,
y valdrá la pena sobre llevar el albur de tus caricias,
a los pies de la imponente montaña.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
-
No recuerdo como llegue a esta situación sin haber caído en la locura de la realidad, no sé como desperté con esta hoja de papel en mi m...
-
Sumergido en las sombras de murallas interminables y rodeado por las blanquecinas sombras que proyectaba su viejo televisor análogo, se...
-
Besos violentos en el arrebato de mesas de caoba y suciedad, besos rojos arrebatados de tus labios. Me miras fijo y piensas q...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario