Dulce
recuerdo de una noche,
dulce
nostalgia que me invade,
agrega
un verso a mi mente
tu
recuerdo
y
como fuego fatuo
me
incendia el pensamiento,
recuerdo
las ondas de tu cabello,
tu
mirada y tu aroma de niña,
eres
la mujer que amo,
y
no lo sabes.
La
idealizada personificación
de
la mujer que deseo
y
perdí en la ilusión de ser un hombre
de
madurar y ser libre
de
no verte como lo que eras,
un
verso ilumina
y
grita tu nombre,
mi
corazón palpita,
estruendos
gritan.
libres
gorriones salen de mi pecho
ilusionados
por darte el mensaje que escribo,
si
supieran donde encontrarte
si
la pista de tu olor no hubiera perdido,
a
lo lejos te veo y ríes, esa sonrisa sincera.
Gracias
doy al cristo,
alabanzas
al cielo, por vivir el
romance
de tenerte conmigo
cubierta
de sabanas rojas,
ilesa
salías de mis brazos y pura como un ángel
alabanzas
al cristo, alabanzas al cielo.
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