Con las sabanas ahorcando el cuerpo
despertamos esta mañana
saboreando en nuestras bocas
los cuerpos celestes
que estallaban en ti,
amándonos en esta cabaña de pinturas verdes,
recuerdo tu sonrisa cuando dormí
en el preámbulo de tus muslos
y en la primicia de tu vientre.
despertamos esta mañana
saboreando en nuestras bocas
los cuerpos celestes
que estallaban en ti,
amándonos en esta cabaña de pinturas verdes,
recuerdo tu sonrisa cuando dormí
en el preámbulo de tus muslos
y en la primicia de tu vientre.
Despertamos con los cuerpos mojados
amarradas las manos con afán
y las bocas sueltas,
recuerdo cuando con en ese afán
desgarre tu vestido a cuestas,
amarraste tu moño fino
con un listón de lino,
de noche no aprecie lo verde de las pinturas,
solo el cauteloso baile en descenso
amarradas las manos con afán
y las bocas sueltas,
recuerdo cuando con en ese afán
desgarre tu vestido a cuestas,
amarraste tu moño fino
con un listón de lino,
de noche no aprecie lo verde de las pinturas,
solo el cauteloso baile en descenso
de el vestido en tu cintura,
y con ello debo decirte
que harían falta mas de cinco curas
para expiar mis pecados
y perdonar mi locura.
y con ello debo decirte
que harían falta mas de cinco curas
para expiar mis pecados
y perdonar mi locura.
Me desbordo en tu cuerpo
en el olor de tu piel,
me veo en tus ojos grandes
en tus pechos de miel,
y con ello debo decirtei
que harían falta mas de cinco curas
en esta cabaña de pinturas verdes
para confesarme, decir lo que pienso
y confesar esas tardes
en el olor de tu piel,
me veo en tus ojos grandes
en tus pechos de miel,
y con ello debo decirtei
que harían falta mas de cinco curas
en esta cabaña de pinturas verdes
para confesarme, decir lo que pienso
y confesar esas tardes
en que se amán los cuerpos.
Amarrarte a mi pecho es lo que anhelo,
mi vicio eres tú,
mi pecado mortal,
un ángel de satán
que se viste de lino
que se perfuma con rosas
y disfruta con vino una cena
en mi mesa.
mi vicio eres tú,
mi pecado mortal,
un ángel de satán
que se viste de lino
que se perfuma con rosas
y disfruta con vino una cena
en mi mesa.
Las flores de tu vestido
me causan amnesia
y si bien existes esta mañana de domingo,
quisiera conocerte en el desayuno,
tocar tu mano mientras sirvo el café
reírnos de la noche de ayer,
mientras disfrutamos una magdalena,
saber tu nombre y tu apellido,
oler tu cuello como postre
y ver que te amarres el cabello
con el listón de lino,
pecar otra vez una mañana de domingo,
cuando los santos pasan y oyen tus suspiros,
me quedo sin palabras cuando cae el vestido de tu cintura,
una fresca pintura
y un desayuno de domingo
una cabaña tibia con pinturas verdes.
me causan amnesia
y si bien existes esta mañana de domingo,
quisiera conocerte en el desayuno,
tocar tu mano mientras sirvo el café
reírnos de la noche de ayer,
mientras disfrutamos una magdalena,
saber tu nombre y tu apellido,
oler tu cuello como postre
y ver que te amarres el cabello
con el listón de lino,
pecar otra vez una mañana de domingo,
cuando los santos pasan y oyen tus suspiros,
me quedo sin palabras cuando cae el vestido de tu cintura,
una fresca pintura
y un desayuno de domingo
una cabaña tibia con pinturas verdes.
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