sábado, 28 de abril de 2018

24/04/18




Me enamoro a diario
de cuerpos y caras,
de palabras y caricias
a diario de versos cortos
y largos
de ella, una perfecta desconocida.

Un cabello único y aromatizado,
unos ojos perdidos han encontrado
mi mirada,
me pierdo en el castaño de sus ojos
y ella me mira como un extraño,
y lo soy.

Soy el extraño que viaja en el colectivo,
que duerme en los brazos del cansancio,
que se enamora de una desconocida 
por cada cuadra,
un desconocido que considera importante 
tu nombre,
el significado de tu existencia y tu propósito
un desconocido que no desea salir 
de su anónimo sueño.

Una mirada perdida me convierte en objetivo
de atención, 
es una larga sesión de miradas,
el reloj se detiene 
y el tiempo no avanza,
los dulces parpadeos se vuelven 
amargos, 
no quiero perderte 
y aun así, no te tengo
no te conozco, tranquila 
esto terminara pronto, quizás en la siguiente estación.

La trivial conversación del clima servirá,
una broma discreta y un comentario de tus uñas,
una mirada fija y una picaresca sonrisa debe ayudar
a conocerte, a saber tu numero 
a tomar tu mano, a saber tu nombre.

El tiempo se detiene y me quedo sin palabras,
te pido disculpas, si es que no es lo que esperas,
aun así, tu continuas la conversación,
tus risos me tienen atrapado, me pierdo en lo ondulado de tu cintura
se enciende una chispa a mi favor
pero se detiene el colectivo,
desapareces de mis ojos, de mis fantasías,
te vas y no se tu nombre,
sigo siendo el desconocido, 
enamorado de una cara, de un cuerpo y no es pecado
ser el enamorado eterno de desconocidos,
de bellos rostros, de cuerpos y voces que no escucho,
de ojos y labios,
soy ese desconocido.



No hay comentarios.:

Publicar un comentario